Todo florece, se renueva. La primavera ya se acerca y parece invitarnos a despejar y limpiar como si nuestra biología nos dijera que, después del invierno, es necesario comenzar la nueva estación y aprovechar la luz del sol para “despertarnos” del letargo invernal y preparar nuestro hogar para disfrutar de los meses más cálidos y luminosos.

Aunque reordenar, eliminar lo que no se necesita y limpiar tiene un fuerte componente biológico, también hay una gran influencia de tradiciones culturales antiguas. Celebraciones como el Año Nuevo Chino, o la Pascua Judía (Pasaj) se inician con una profunda limpieza previa. En el caso de la festividad china, además de marcar el final del invierno, la fecha implica una renovación de cuerpo y alma. Se trata de un día para borrar la mala suerte del año pasado y prepararse para la buena suerte del año nuevo. La mayoría de los habitantes de ese país utiliza esa fecha para limpiar a fondo su casa, reparar todo lo que estaba roto e incluso renovar pintando. Y en el caso de la festividad judía, los días previos se debe limpiar la casa de todo el Jametz (pan leudado), lo que implica limpiar materialmente las casas, y también trabajar el interior para deshacerse de las características negativas que puedan dañar tu vida y tu entorno.

Con o sin componente cultural, la limpieza y orden de primavera constituyen una excelente práctica, que sin duda ayuda a atraer energías positivas. Si además consideramos la opción de donar lo que ya no necesitamos a iniciativas que nos interese apoyar, mejor aún. 

Manos a la obra entonces. ¿Cómo organizarnos para que la limpieza y orden sean lo más efectivo posible?

Haz un plan revisando todas las áreas de la casa que incluya estos tres pasos:

  1. Orden o re-orden: quita lo que ya no se ocupa especialmente en espacios como closets, dormitorios, living, cocina y bodegas. Separa lo que se queda, lo que quieres regalar, vender o donar.
  1. Limpieza: profunda, elimina polvo y mueve las cosas especialmente desde rincones
  2. Decorar o embellecer: busca una buena distribución de los muebles, que no sature espacios y cuida detalles como cuadros bien puestos, flores con agua limpia, cojines que alegren, etc. 

¿Y qué puedes ir seleccionando para regalar, vender o donar? 

1. Ropa: la primera y más obvia categoría de artículos para ordenar es la ropa. Revisa tu closet y pon aparte todo lo que esté en buen estado, te gusta y aún te pones. Luego separa lo que no hayas usado en un año o más. ¡Te encantará ver tu closet con más espacio! 

2. Electrodomésticos y utensilios de cocina: una de las cosas que más tendemos a acumular son los electrodomésticos, loza y utensilios de cocina. Juegos de vasos y cuchillería que van quedando incompletos, una cafetera o termo que te regalaron y nuca utilizaste, individuales, manteles, etc. No los guardes por guardar.

3. Decoración: Muchas veces compramos ítems para decorar sin pensarlo mucho y por eso nos cansamos y cambiamos rápidamente de gusto. ¡Y así vamos llenando, cajones, muebles y bodegas con cosas que no usamos! Cuadros, estatuillas, adornos de todos tipo y formas, alfombras, lámparas, cojines…no los acumules.

4.Muebles: al comenzar a armar un hogar las primeras inversiones en muebles no suelen ser de gran calidad, y aún si lo son nuestros gustos suelen cambiar con el tiempo. Si tienes un sofá que ya no te parece tan cómodo, o una mesa de comedor que se hizo chica; unas sillas con el tapiz muy gastado que sabes no re-tapizarás…no termines poniendo todo en una bodega acumulando polvo si sabes qué regalando, vendiendo o donando les puedes extender la vida útil.  

Aprovechemos este tiempo en que la naturaleza nos recuerda lo importante de renacer para despejarnos y esperar la llegada del calorcito livianos de todo lo que nos sobra, por dentro y por fuera.

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